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Microblading de cejas.


Es uno de los tratamientos más demandados en el sector belleza. Y es que conseguir unas cejas más gruesas y definidas se ha convertido en la obsesión de muchas mujeres. Pero, ¿compensa someterse a este tratamiento? Vamos a analizar los pros y los contras con la ayuda de los expertos para que decidas si es la solución que necesitas para lucir las cejas que quieres.

Las cejas nos traen de cabeza a muchas mujeres. La genética, la edad, alguna enfermedad o haberlas depilado mucho en el pasado son factores que pueden hacer que tus cejas sean finas, tengan calvas e incluso hayan perdido su forma. Es cierto que cada vez hay más cosméticos, muy fáciles de usar, que nos ayudan a dar la forma deseada a nuestras cejas, a definirlas, a rellenar las calvitas y a que parezcan más gruesas, en definitiva. Pero, también hay técnicas estéticas que pueden hacer que tus cejas sean más perfectas, y así te olvidarás de maquillarlas a diario. Entre ellas queremos hablarte del microblading, porque desde hace algún tiempo es la más demanda en el sector belleza.


¿QUÉ ES EL MICROBLADING?

Se trata de una técnica de maquillaje semipermanente que permite lucir unas cejas más gruesas, sin perder su naturalidad. El microblading consiste en introducir moléculas de pigmento en las capas subepidérmicas de la piel, mediante pequeños trazos. La primera sesión dura unas dos horas y media, porque es un trabajo manual. Con la ayuda de un pen desechable, se va depositando el pigmento, pelo a pelo, en la piel, mediante unas agujas finas que provocan unos cortes pequeños. Los profesionales añaden que es un método de fácil realización y rápida cicatrización, que sirve para dar forma, rellenar la cejas en aquellos puntos en los que sea necesario, y espesarlas u oscurecerlas, dándoles una forma más definida. Aunque es parecida a la micropigmentación (maquillaje permanente) se diferencia en su duración, el microblading no es para siempre, también en que es menos doloroso, y el resultado, es más natural.


EL MICROBLADING, PASO A PASO.

El primer paso es acudir a especialistas que ofrezcan confianza y huir de ofertas lowcost. Así te aseguras que el pigmento que usan está homologado y que el profesional está cualificado. Además, es aconsejable que el profesional sepa de diseño de cejas, para que pueda recomendarte el que más se adapta a tus facciones. Independientemente de las tendencias, las cejas deben tener concordancia con tu rostro para que consigan su objetivo: enmarcar tu mirada y aportar equilibrio al rostro. Por eso el grosor y la forma de las cejas debe ser algo personal, que no debemos imitar. Es importante también que te hagan una prueba antes para comprobar que no eres alérgica al pigmento.

Después de haber estudiado tu rostro y dar con el diseño más favorecedor, se realiza una simulación con lápiz para ver el resultado final. Algo muy recomendable, ya que aunque el microblanding no es definitivo, su duración puede ser de hasta un año. Así que cuanto más segura estés de que el resultado es el que buscas, mejor. También es importante escoger el pigmento más adecuado para ti, teniendo en cuenta el color de tu pelo natural, de tu piel y de tus ojos.

Normalmente se utiliza anestesia tópica, así se reducen las molestias. Cuando ya ha hecho efecto, empieza el trabajo de diseñar y rellenar las cejas, pelo a pelo, realizando cortes superficiales en la piel con una pluma, en cuyo extremo hay unas agujas muy pequeñas. En los cortes se va depositando el pigmento. Después, se cubre la ceja por completo con color para que la piel absorba bien el pigmento.

Una vez terminado el proceso, se retira el exceso de pigmento y se aplica una silicona médica para cubrir la piel durante 24 horas. Aunque las cejas parecerán más oscuras de lo esperado, se van aclarando en las siguientes semanas. Además, se recomienda un retoque pasadas unas 4 semanas para completar las zonas que hayan podido quedar sin pigmento.


¿NECESITAS CUIDADOS POSTERIORES?

Sí, aunque son muy sencillos. Lavarse las cejas durante la primera semana con un jabón de ph neutro y aplicar una crema cicatrizante, además de no rascar ni frotarlas. Después, ya puedes usar tu crema facial habitual, pero es importante que utilices protección solar siempre, para que el tratamiento dure más tiempo, ya que el sol va degradando el color. Recién hecho el microblading, no conviene exponerse al sol directamente en unos 15 días.


VENTAJAS Y DESVENTAJAS DEL MICROBLADING.

Entre los pros de esta técnica, destaca que es un tratamiento con un acabado natural, más que la micropigmentación. No requiere retoques, excepto el primero, pasado un mes. Su duración es de 9-12 meses en los que no tendrás que utilizar maquillaje porque tus cejas estarán perfectas. Al aplicarse de forma superficial, no hay riesgos, siempre que te pongas en manos de un profesional.

Y entre los contras del microblading destacamos sobre todo el hecho de que no debes exponerte al sol de forma directa durante los primeros quince días. Así que mejor no hacértela en verano y esperar al otoño. Con el tiempo el color se va degradando y quizás no te encuentres muy a gusto. Pasado un año, tendrás que volver a realizártela.


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